Mientras obsesionamos con la competencia, el 68% de nuestros clientes potenciales eligen... no hacer nada.
Netflix no compitió contra Blockbuster; venció la pereza de salir de casa.
Uber no derrotó a los taxis; eliminó la fricción de conseguir transporte.
El cerebro humano consume 20% de nuestra energía corporal. Por supervivencia, rechaza cambios que requieren esfuerzo mental.
Tu verdadero enemigo no es la empresa de al lado; es el status quo de tu cliente.
1) Identifica qué esfuerzo mental eliminas (no qué valor agregas).
2) Haz tu solución más fácil que no decidir.
3) Convierte el cambio en continuidad disfrazada.
Apple Pay no vendió "pagos móviles"; vendió "evitar sacar la billetera".
Spotify no vendió "música digital"; vendió "evitar decidir qué escuchar".
Deja de analizar competidores.
Estudia por qué tus clientes procrastinan
Diseña soluciones que requieran cero esfuerzo mental.